Desde 2010, somos responsables de la gama de productos Premium de La Masía. Aceites cuidados desde su origen hasta el más mínimo detalle para dar opciones de máxima calidad al consumidor.

Para su comunicación gráfica buscamos siempre un equilibrio entre la tradición que recorre los orígenes del proceso y la modernidad visual para transmitir las mejoras que cada día son investigadas e incorporadas a dicho proceso.

En la actualidad existe una revalorización del objeto artesanal, se vuelve a valorar la belleza de lo único. Para este cliente de complementos de fabricación propia, cuya característica común es el flecado artesanal y el amor por el trabajo bien hecho, buscamos una marca que se dirijiera a un público que valora lo hecho con mimo. Una marca que nos hablara de las tradiciones y de aquellos «tesoros» que se transmiten de generación en generación manteniendo su valor original e incluso incrementándolo por las experiencias vividas con ellos con el paso de los años.

Uniendo tradición, familia y remotos orígenes surgió la marca Carmita Manila. Un nombre propio lleno de significado para nuestro cliente y que, combinado con el «apellido» elegido, nos conduce de forma directa al árbol genealógico de nuestro producto.